Valentina Guzmán Murillo, una niña de 11 años residente de Maneadero en el municipio de Ensenada, era la paciente pediátrica que murió la tarde del viernes 31 de enero, en el accidente aéreo de Filadelfia, Pensilvania.
En el avión iba acompañada de su mamá, Lizeth Murillo Osuna, quien también fue una de las seis víctimas fatales. Personas cercanas a la familia informaron que Valentina era tratada por mielomeningocele –un tipo de espina bífida-. Vivían en Filadelfia desde el mes de septiembre, y luego de varios meses de tratamiento se disponían volver a casa.
Fue la alcaldesa de Ensenada, Claudia Agatón, quien dio a conocer los nombres de las víctimas e indicó que se dispondrá de todo el apoyo a su familia.
Por parte de la familia, se solicitó a los medios de comunicación comprensión para vivir el proceso del duelo que conlleva la pérdida de sus seres queridos.
El accidente aéreo donde murieron Valentina y Lizeth ocurrió a las 6:30 de la tarde (hora de Filadelfia), minutos después que la avioneta en la que viajaban explotó y cayó en las avenidas Cottman y bulevar Roosevelt de la ciudad de Filadelfia, dejando un saldo de seis muertos y 19 heridos.
La avioneta, Learjet 55 propiedad de la empresa mexicana Jet Rescue Air Ambulance, salió del Aeropuerto del Noreste de Filadelfia con destino a Missouri en donde haría escala para llegar a Tijuana, Valeria era paciente de la organización Shriners Childrends que apoya a niñas, niños y adolescentes de bajos recursos en tratamientos relacionados con afecciones ortopédicas y cicatrices de quemaduras.
Entre los fallecidos se encuentran el piloto Alan Montoya y el copiloto Jesús Juárez. También murieron dos médicos que formaban parte del equipo encargado del traslado del paciente pediátrico.
