El gobierno de Florida dio un paso más en su línea ultraconservadora con una orden dirigida a los médicos del Sistema de Salud estatal, para que no provean a los niños transgénero tratamientos o procedimientos de esa índole.
La medida va en contra de las opiniones de la Academia Estadounidense de Pediatría y las recomendaciones de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, según medios locales.
De acuerdo con el Departamento de Salud del estado, «la evidencia actual no respalda el uso de bloqueadores de la pubertad, tratamientos hormonales o procesos quirúrgicos para menores».
Esta orden es similar a la establecida en Texas, como se reportó el martes en El Heraldo de México, la cual condena los métodos de esterilización, incluidas la castración y la histerectomía.
Los medios destacan que, en sintonía con esta ordenanza, en el Congreso de Florida, dominado por el Partido Republicano, hay un representante, Randy Fine, que ha planteado la idea de legislar para declarar el tratamiento de afirmación de género como «abuso infantil».
Dichas legislaciones ya provocaron reacciones en contra, y se suman a la ley conocida como No digas gay, que ya fue impugnada en los tribunales.
En virtud de esta ley, los padres tienen la posibilidad de presentar demandas judiciales contra el distrito escolar y recibir una indemnización por daños y perjuicios si los maestros de sus hijos no cumplen con lo establecido.
«La instrucción en el aula por parte del personal de la escuela o de terceros sobre la orientación sexual o la identidad de género no puede ocurrir desde el jardín de infantes hasta el tercer grado o de una manera que no sea apropiada para la edad o el desarrollo de los estudiantes, de acuerdo con los estándares estatales», indica textualmente la ley.
El presidente Joe Biden es uno de los críticos de una ley que el gobernador de Florida defiende a ultranza en medio de su campaña para ser reelegido en las elecciones de este año.