Elon Musk ya se ha autoproclamado dueño de Twitter. El hombre más rico del mundo ha publicado este jueves una carta a los anunciantes de la red social, en la que explica las razones por las que ha desembolsado 44.000 millones de dólares en esta compra. «No lo hago porque vaya a ser fácil ni por hacer más dinero, sino por ayudar a la humanidad», ha explicado en el mensaje, donde ha destacado que «es importante para el futuro de la civilización tener una plaza del pueblo digital, donde un amplio rango de formas de pensar puedan debatir de forma sana».
La misiva, en la que ya habla como jefe de la plataforma, llega horas antes de que acabe el plazo para cerrar el acuerdo de compra. Además, está previsto que este viernes se reúna con toda la plantilla.
La carta tiene un trasfondo evidente: Elon Musk ha estado intentando salir de la operación de forma desesperada, tras haberse comprometido a pagar un precio completamente desorbitado para el valor de la firma. Su estrategia ha pasado por asegurar que Twitter lleva 16 años mintiendo respecto al porcentaje de cuentas falsas en la plataforma o, lo que es lo mismo, engañando descaradamente a sus anunciantes. Ahora que no le ha quedado otra que ejecutar el acuerdo, ha tratado de mandarles un mensaje tranquilizador. «Yo también creo que los anuncios, cuando se hacen bien, pueden deleitarte, entretenerte o informarte», ha defendido el magnate, que también ha subrayado que «es muy importante mostrar publicidad que sea acorde a sus necesidades; porque si no, son spam». «Tiene que ser la plataforma de anuncios más respetada del mundo».
«Ha habido mucha especulación sobre los motivos por lo que compré Twitter y lo que pienso sobre los anuncios en la plataforma. La mayoría, están equivocados», ha asegurado el multimillonario, que ha enfatizado que «hay un gran peligro en que las redes sociales se dividan entre extrema derecha izquierda y extrema derecha». «Lo hago con humildad, y reconociendo que el fracaso de este objetivo es una posibilidad muy real, a pesar de que hagamos los mejores esfuerzos».
Una de las mayores preocupaciones alrededor de la adquisición ha sido los planteamientos de Musk sobre la libertad de expresión en internet, donde lleva meses asegurando que no quiere que haya restricciones más allá de la ley, pese al quebradero de cabeza que ha supuesto esta cuestión para plataformas como Facebook, YouTube o, sin ir más lejos, Twitter. «Esto no se puede convertir en un infierno sin límites, donde todo se pueda decir sin consecuencias», ha recalcado en la carta. «Además de cumplir con las leyes del país, nuestra plataforma debe ser amable y acogedora para todos, donde puedas elegir la experiencia que desees según tus preferencias».
El fundador de Tesla y Space X ha publicado este texto cuando apenas quedan unas horas para que acabe el plazo que la jueza Kathaleen McCormick le había dado para cerrar la operación. Este miércoles, Musk había visitado la sede de Twitter en San Francisco (California, EEUU), donde apareció portando un lavabo, según un vídeo que él mismo subió a la red social. Si no hay ningún nuevo giro de guion –algo que con el multimillonario nunca puede descartarse–, este episodio supondría el carpetazo a uno de los mayores culebrones de la historia de Silicon Valley.
Elon Musk ya se ha autoproclamado dueño de Twitter. El hombre más rico del mundo ha publicado este jueves una carta a los anunciantes de la red social, en la que explica las razones por las que ha desembolsado 44.000 millones de dólares en esta compra. «No lo hago porque vaya a ser fácil ni por hacer más dinero, sino por ayudar a la humanidad», ha explicado en el mensaje, donde ha destacado que «es importante para el futuro de la civilización tener una plaza del pueblo digital, donde un amplio rango de formas de pensar puedan debatir de forma sana».