Experta señala como fundamental el trabajo de padres de familia, fundaciones y asociaciones, para solventar esta necesidad.
El desabasto de medicamentos para niños con cáncer y en general para todas las enfermedades es algo real, lo que ha retrasado muchos de los tratamientos, reconoció Marineé Torres, oncóloga de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer IAP (AMANC) Quintana Roo.
Luego de la presentación del curso de oncología pediátrica gratuita para médicos de primer contacto, explicó que ha sido fundamental el trabajo coordinado entre padres de familia, fundaciones y asociaciones, para solventar estas necesidades, aunque una problemática igualmente preocupante es la detección tardía.
“Me parece que hay áreas de oportunidad importantes, nosotros como fundación justo tratamos de apoyar esas necesidades que van surgiendo. El trabajo en equipo es fundamental, cada quien tiene que hacer su trabajo desde lo que le corresponde y me parece que la comunicación también es importante para atender las necesidades que van surgiendo”, declaró.
Cuando se han reportado los desabastos de medicamentos, mencionó, todos comienzan a gestionar, se hacen rifas, carreras, para reunir los recursos y poder adquirirlos o se refiere a los menores a otra instancia de salud para darles la atención.
“Sí es una realidad, pero es una realidad que podemos apoyar y más cuando llega a tener un impacto de la enfermedad”, señaló. Desafortunadamente, añadió, más allá del desabasto, un gran problema al que se enfrentan es la detección tardía del cáncer, por falta de información y porque pese a los indicios no atienden a tiempo a los pequeños.
Moretones, pérdida de peso, enfermedades constantes, dolor de cabeza, son muchas veces síntomas de algo más grave, pero como no hay nadie que les de la información, los padres no van al pediatra y hasta que empiezan los sangrados o ven huequitos en el abdomen es cuando acuden con un profesional, pero desafortunadamente ya no hay mucho que hacer.
Por eso, insistió, es indispensable trabajar en la detección temprana, para conocimiento de todos, de allí la necesidad de tener este tipo de cursos, para que cada vez más médicos de primer contacto sepan orientar a las familias; el curso tendrá una duración de 10 horas en dos días, el 29 y 30 de abril en Cancún Center.
En Quintana Roo se está trabajando con el Hospital General de Cancún, que tiene la unidad de quimioterapia ambulatoria, así como la unidad en Chetumal, pero únicamente atienden a quienes requieren de quimio, cuando se trata de cirugías o radiación se tienen que trasladar a otros espacios.
Por estas complicaciones en los tratamientos, dijo, ha sido difícil tener un registro real de casos, apenas se está en proceso de hacer un censo, en AMANC se están atendiendo 133 niños, para los que el apoyo es muy diverso, desde el soporte médico, traslado, nutrición, apoyo psicológico, albergue, entre otros rubros.
Específicamente sobre el desabasto, añadió que independientemente de la intervención de las autoridades federales, también se debe voltear a ver a los distribuidores, los procesos, para encontrar puntos de mejora.
“También he trabajado en instituciones públicas, y no siempre es cuestión de la autoridad el determinar si hay o no, a veces viene de los mismos que venden el medicamento. Nosotros hemos tenido que importar de Argentina, de Estados Unidos, a costos más altos para poder tratar a nuestros niños… a veces son costos que van 200 por ciento más”, agregó.